martes, 7 de octubre de 2008

Los que tienen vidrios polarizados en el auto son fiesteros o mafiosos


Dicen que es por seguridad o porque les molesta el sol, pero está demostrado que esto es sólo una excusa.

Reconózcanlo, los que polarizan los vidrios son los que tienen algo para ocultar.

Mandar a polarizar los vidrios de un auto más de lo permitido es signo de que algo se quiere esconder dentro, de que algo no queremos mostrar ¿Si no, por qué oscurecerlos?

Muchos alegan que les brinda mayor seguridad, pero ni los expertos les dan la derecha. Desde el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI), se informa que no hay registros que indiquen que el uso de vidrios polarizados es más seguro que el de vidrios comunes.

Incluso, la Policía afirma que puede ser aún más inseguro porque, en un intento de robo, con vidrios oscuros pueden confundirse y malinterpretarse los movimientos de los ocupantes del auto. Y si a eso se le suma que aumentan el riesgo de accidentes de tránsito, ya que la visibilidad hacia el exterior queda disminuida -al igual que la visión del entorno- la excusa de “mayor seguridad” queda totalmente descartada. Así que, chicos, busquen otra excusa.

Y los que dicen que es para protegerse del sol , ¿no pensaron que salen más baratos unos buenos anteojos oscuros, que hasta vienen con protección para los rayos UV?

Además, los autos con vidrios polarizados, contrariamente a pasar desapercibidos, parecieran llevar un cartel luminoso que dice "escondo una cartera bajo el asiento". Llaman la atención porque si se tapa es que algo se esconde: una chica, un robo, un borracho al volante… O simplemente, una campera, una notebook... lo que hace que todos se pregunten que lleva.

Entiéndanlo: el auto con vidrios polarizados acapara las miradas, genera curiosidad por saber quién o qué hay dentro, ya que está envuelto en un halo de misterio que atrapa. Tanta película yankee puede hacer pensar que detrás de los vidrios oscuros puede haber una celebridad.

No hay muchas vueltas que darle: el que usa vidrios polarizados en el auto es fiestero o mafioso. Es decir, vive de trampa y pretende ser precavido o está en alguna "cosa rara".

La suba en el precio del peaje no será recaudatoria?


El excesivo caudal de autos obstruye las calles y la única solución que atinaron a implementar las autoridades fue meter mano en el bolsillo de los conductores.

Si el dinero no se reinvierte en mejorar el sistema público de transporte seguiremos con problemas para acceder a la ciudad

Hay un problema y es la cantidad de vehículos que entran a la Capital Federal con personas que van a su lugar de trabajo. Ese excesivo caudal de autos obstruye las calles, hace lento el tránsito y convierte en una pesadilla el regreso a casa. La única solución que atinaron a implementar las autoridades fue meter mano en el bolsillo de los conductores y aumentar los peajes.

El Gobierno de Mauricio Macri impulsó, como parte de un plan para desalentar el uso de autos particulares y reducir los problemas de circulación en la Ciudad, la suba del precio de los peajes. Pero no dio una alternativa para las personas que viajan en los 1.116.000 autos que entran a la Capital por día y que lo “elijen” porque el estado del transporte público es deplorable.

Sí, el bolsillo del trabajador se exprime cada vez más en favor de un sin sentido. Pagamos desde un 50 a un 266 por ciento más para “cruzar la frontera” e ir a trabajar porque inevitablemente no tenemos otra opción. De hecho, muchos, aún con el aumento de los peajes en las autopistas Panamericana, del Oeste, Ricchieri y Buenos Aires-La Plata ya vigente, siguieron eligiendo el auto antes que el tren, el colectivo o el subte. Amén de los ya desorbitados precios de las playas de estacionamiento. Y eso, no debe ser porque nos gusta pagar de más. Más bien, porque no nos gusta viajar como “ganado” y tener “pechito con pechito y ombligo con ombligo” con el que viaja al lado, porque estamos estresados de pensar cómo conseguir monedas para el colectivo y porque no queremos llegar sucios de la mugre que impregna cada centímetro de superficie del vagón…

Lo cierto es que la medida tuvo su debut el miércoles pasado y, pese a las expectativas, la cantidad de autos en Capital Federal no se redujo, según Vialidad Nacional.

Está claro, la medida no ataca el problema de raíz, no soluciona la superpoblación de vehículos que hay y, por lo tanto, deja la duda acerca de si no se trata, en definitiva, de una medida netamente recaudatoria. Dinero que no se invierte, al menos a la vista, en mejorar el sistema de transporte público porque si fuera así, todos preferiríamos dormir en el trayecto que separa nuestra casa de la oficina y que maneje otro. Y por supuesto, dejar de hacer malabares con el dinero. Y ahora redoblan la apuesta y van por los parquímetros.

lunes, 25 de agosto de 2008

Educando al macho argentino

Una vez en la vida, al menos, o mejor dicho una vez por noviazgo, el hombre debe sufrir un desplante. Y sí, porque toda mujer debe alguna vez bajarse del auto y dar un portazo en el momento menos esperado.

domingo, 24 de agosto de 2008

Vejez temprana

Empiezo a no soportar los emoticones, me parecen mersas los colgantes de pelotas plásticas, no me veo en la nueva moda y cada vez me siento más cómoda en lo clásico, tengo canas y cada vez es màs difìcl volver a hacer desaparecer lso kilos ganados en el invierno a fuerza de chocolates ¡¡¡Me siento vieja!!! Me agarra el Panik Atack. Esto es Vejez Temprana.

Ok, lo tengo que asumir, me lo diré todas las mañanas. Y no me digan lo contrario porque yo siempre tengo razón.

Mi amigo el1611

Te llaman al teléfono de línea, te mandan cartas, te persiguen por la calle... y ahora también invaden la vida personal virtual y consumen el tiempo de uno mandando mensajes de texto al celular: si promociones de las compañías de telefonía móvil. Siempre hay un nuevo nicho y paciencias nuevas a explotar.

Pero como siempre el acostumbramiento hace que cuando suena el cel en un horario en el que sabemos que nadie nos va a mandar nada es nuestro “amigo el 611”

La diferencia entre la soltera y la solterona

Pese a que ya es un tema recurrente de opinión de todo opinólogo sin perfil definido y de toda reunión de amigos que se precie de ser tal, no por eso, es menos cierto ni menos meritorio de estar en mi blog. Sí gente, entre soltera y solterona hay diferencia. Una persona sin pareja que se encuentre en la franja etária de los 30 y 40 es por definición, soltera. Sin embargo, yo –y es obvio que no soy la primera ni la última- haré una salvedad. Una persona que no tenga pareja a esa edad también puede ser solterona; dicece de la infeliz, de la que no está en armonía con el estado en el que está. A modo de título personal, y sin ánimos de ofender a ninguna que se encuentre en este estado sino más bien de despertarlas, las mujeres que están en esa situación suelen ser aquellas que planean desde que tienen 10 años ser madres y formar la familia Ingalls pese a todas las contras que tiene esa asociación de personas que se mostraban en la pantalla de la tele y que aún hoy se exhiben en el canal Volver.

Chicas, ¡por favor! Disfruten su soltería. Conviértanse en solteras, es un pedido a la solidaridad. Cuántos oídos hicieron sangrar ya y cuántas cabezas quemaron ya con la cantinela de que no encuentran el hombre de su vida. Que quieren ver una peli haciendo cucharita un domingo a la tarde… pero por favor. En la vida todo llega y si no llega por algo será.

Pero no me quedaré en el llano de la crítica sino que iré un poco, no mucho no será cosa de perderme, más allá y les propongo un ejercicio. Porqué no van a las reuniones de encuentro de egresado del colegio y escuchan como se quejan aquellas casadas y con hijos de que no pueden hacer tal o cual cosa, porque no paran la oreja en un bar y escuchan a la madre de la mesa de al lado que está a cuatro manos con los mocosos de un lado para el otro y ni tiempo para ocuparse de su vida ni espiritual ni física. Y no es que tener una familia este malo, pero a cada una lo que le toca. Dejá de ser una solterona y convertite en una soltera, te lo pido por favor.

¿Querés que…?

El mundo de los piropos y los piropeadores es un cocoliche (si esta palabra podría entrar en el post de “Palabras con olor a viejo”, otro signo de mi vejez temprana) y ¡qué cocoliche!

Hace unos días iba caminado por la calle Jean Jaures en el repugnante barrio del Abasto (y digo repugnante por su mezcla de olores vomitivos: comida china que por una extraña razón siempre que se pide delivery llega a los 5 minutos -¡tan rápido la prepararon? mmm-, caca de paloma de días en la vereda sin limpiar, sucio etc…) y recibí un comentario, creo a modo de piropo, que creo (nuevamente), pese a que el abanico de piropos es amplio, voy a defenestrarlo de esa categoría.

Eran como las 7.45 am y yo iba caminado por la calle con las pocas ganas de escuchar palabras de alguien que se levantó a las 5.30 para llegar al trabajo y el ensimismamiento de alguien que aún no terminó de abrir los ojos pese a que los tiene abiertos y, derrepente alguien (un pelado fletero) me sacó de mi mundo interior y me llevó a la realidad con unas simples y ordinarias palabras que se suponía que tenía que tomarlas como un piropo: “¿Querés que te la chupe?”. Nah indignante, fue lo mismo que un balde de agua fría , que un pingüino de Halls que te cachetea…¿Era necesario? Indignante ¿Dónde quedó el galán de telenovela?

lunes, 4 de agosto de 2008

Palabras con olor a viejo ...

pero con ese encanto: Carambola, regio, cualunque...

Apología al faltazo

Cansada, con los ojos pegados, demolida de cansancio y con la sensación de que mi cuerpo, y mi mente, necesitaban más horas de sueño, me iba preparando para despertarme aunque deseaba fervientemente quedarme 5 minutos más, al menos, en la cama“¡Ring!”, “noooo, cinco más please”. “¡Ring!”, “cinco minutos más. Si total no voy a llegar tarde por 5 miserables minutos más”…

Engaño, dificilmente eso pudiese haber sido cierto así que me levanté a las 5 y media de la mañana, no sin tiritar y blasfemar en 5 idiomas por tener que salir de la cama con semejante frío, y empecé con la rutina.


Una vez que tomé la gran decisión de deshacerme de la almohada, bajé a la cocina y mientras me hacía el desayuno miraba TN ¡Por dios!: cuatro grados de sensación térmica. Pero ¡por Dios! Que horror. Si hasta ese entonces tenía frío cuando me enteré la temperatura, me congelé.


Y encima, el señor de la tele no paraba de repetir la sensación térmica al tiempo que se horrorizaba y resaltaba que era un día para quedarse en la cama. Como si a mí ya no se me hubiese pasado por la mente. Y para colmo, viernes.


Y por supuesto, la imagen de la cama calentita se me vino a la cabeza instantáneamente.“Mmm, cama, calor, caloventor, dormirrrr”, me murmuraba la parte oscura de mi ser al oído. Mientras, mi lado obsesivo y responsable me gritaba: “tenés que ir a trabajar, apurate”.


Pero casi por primera vez en mi vida la tentación estaba ganando la batalla. O al menos, eso me parecía. Deseo que nunca cumplí. Porque odio ser responsable.

Ya en el colectivo, helada, después de haberlo esperado largo rato, la imagen de la gente toda con las capuchas de sus camperas puestas y abrigados hasta la médula me hizo odiar más aún mi responsabilidad.


Como para completar el cuadro, el locutor de la radio que escuchaba el señor chofer de la combi, que me tomé después del colectivo, no paraba de repetir la temperatura cada cinco minutos ¡¡¡Ya entendí que hace frío ¡!!!


Lo que es más, seguido a la información del clima espetó un “aquel que no tenga nada más importante que trabajar o estudiar que se quede en la cama” despertando a mi lado oscuro nuevamente. De todos modos, ya era tarde para tomarme esa licencia. Ya estaba a 20 minutos de mi trabajo.

welcome to my world

Odio los blogs. Debo confesar que les tengo un profundo rechazo por varias razones que desarrollaré a lo largo de este texto. Para empezar, tengo la ferviente creencia de que no son espacios de gente de mi generación (léase veinte y monedas) sino de los “chicos del 2000”, aquellos que usan el pelo raro, pantalones chupines de colores shock, que escuchan música en mp4, que no pueden vivir sin su facebook o fotolog y que tienen un envidiable “me importa nada lo que digan los demás” impreso en el cerebro.

Por otro lado, los siento como una especie de diario íntimo abierto al público. Veo en gran parte de ellos, los blogs, una irritante necesidad de hacer showoff de la privacidad.

Y por último, creo que muchos amparados en el anonimato de Internet se transforman en opinólogos sin fundamento y los blogs les sirven de soporte para vializar sus pensamientos.

Claro, no es cosa de poner a todos en la misma bolsa. De hecho, paseé por algunos muy interesantes. Pero en líneas generales me dan eso, me imprimen esa idea en la mente. Errada o no, es lo que me dan.

Qué me llevó entonces a hacer lo mismo que critico: Chiche.

Aquí, entonces, haré una especie de collage de vivencias cotidianas, más opiniones, más algunas notas que publiqué en otros medios y quizá algunas otras cosillas. En resumen: lo que vi que tiene un blig. Los invito a mi mundo de subordinadas y quejas.